Señorito perdone, por la mala ocación. Por troncharle los sueños brevemente en el amor. No quiero lastimarlo, NUNCA fue mi intención, pero si no me expreso va a empeorar la situación. Esto no es anatomía, no hay que darle tiempo al tiempo, AMO A OTRO así es la vida, y eso el mundo lo sabía. Estoy muy convensida: Usted sería el mejor partido, pero nadie elije a quien querer.  Por eso es que, yo quisiera amarlo como usted se lo merece y no puedo, aunque quiero, no me sale del pecho, lo intento y me freno. Y la cobardía por no herirlo me mantuvo en silencio. Hoy confieso llevo años fingiendo. ¿Cómo inventarle sentimientos que en el alma no han nacido? ¿Y qué le digo al corazón? Perdón pero en verdad aquellas lagrimas que vió no eran de alergia, es depreción. Sé bien que usted me ha dado el paraíso, pero el en su infierno me enamoró. Señorito perdone le forje una ilución, por sus horas perdidas, perdón por la actuación. Por las malas costumbres que a mi lado aprendió, por aquel cigarrillo que esa noche conoció. Yo le pido no me odie, bien acepto sus reproches, al final ya yo sabía que este día llegaría.